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Tratamiento de Superficie y Pulido de Metales

Tratamiento de Superficie y Pulido de Metales

¿Qué es el Tratamiento de Superficie y Pulido de Metales?

El tratamiento de superficie y pulido de metales comprende un conjunto de procesos industriales destinados a mejorar las propiedades físicas, mecánicas y estéticas de piezas metálicas.
Estos procesos permiten proteger el material contra la corrosión, desgaste y contaminación, además de obtener acabados lisos, uniformes y de alta calidad.

¿Cómo funciona?

El servicio de tratamiento superficial y pulido se ejecuta mediante etapas controladas:

  • Preparación de la superficie, eliminando rebabas, óxidos e impurezas.

  • Procesos de pulido mecánico, para lograr acabados finos o espejo.

  • Tratamientos protectores, según el material y la aplicación.

  • Control de rugosidad y acabado, cumpliendo especificaciones técnicas.

  • Aplicación en acero, acero inoxidable y otros metales.

¿Para qué sirve?

  • Mejorar la resistencia a la corrosión y al desgaste.

  • Aumentar la durabilidad y vida útil de piezas metálicas.

  • Optimizar la higiene en aplicaciones alimentarias y sanitarias.

  • Mejorar la apariencia estética y el valor del producto final.

  • Cumplir estándares industriales y normativas técnicas.

Acabados industriales de alta calidad

Pulido sanitario y estético

Protección y durabilidad metálica

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Tratamiento de Superficie y Pulido de Metales

¿Qué es el Tratamiento de Superficie y Pulido de Metales?

El tratamiento de superficie y pulido de metales comprende un conjunto de procesos industriales destinados a mejorar las propiedades físicas, mecánicas y estéticas de piezas metálicas.
Estos procesos permiten proteger el material contra la corrosión, desgaste y contaminación, además de obtener acabados lisos, uniformes y de alta calidad.

¿Cómo funciona?

El servicio de tratamiento superficial y pulido se ejecuta mediante etapas controladas:

  • Preparación de la superficie, eliminando rebabas, óxidos e impurezas.

  • Procesos de pulido mecánico, para lograr acabados finos o espejo.

  • Tratamientos protectores, según el material y la aplicación.

  • Control de rugosidad y acabado, cumpliendo especificaciones técnicas.

  • Aplicación en acero, acero inoxidable y otros metales.

¿Para qué sirve?

  • Mejorar la resistencia a la corrosión y al desgaste.

  • Aumentar la durabilidad y vida útil de piezas metálicas.

  • Optimizar la higiene en aplicaciones alimentarias y sanitarias.

  • Mejorar la apariencia estética y el valor del producto final.

  • Cumplir estándares industriales y normativas técnicas.

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